Castellfollit de la Roca es un pueblo único, en un risco de roca basáltica (de 50 m de altura y 1 km de longitud) entre los ríos Fluvià y Toronell, que han formado este entorno natural singular con siglos de erosión. Rodeado por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y por la Alta Garrotxa, ¡permite todo tipo de salidas y excursiones para descubrir unas vistas, un entorno rural y una naturaleza fascinantes! Castellfollit de la Roca es, pues, uno de los pueblos más visitados por los turistas, fotografiados y pintados de la provincia de Girona y de toda Catalunya por su belleza natural.
El casco antiguo de Castellfollit de la Roca, de calles estrechas y frescas, es de origen medieval, hecho de roca. Al final, junto a la iglesia de San Salvador hay un mirador de vistas espectaculares que seducen a los visitantes: la cabeza del risco de roca de Castellfollit de la Roca, abierto a los cuatro vientos.
Antiguamente, Castellfollit de la Roca tenía un interés estratégico evidente: en el centro de la Garrotxa, cerca de Olot, encima de la roca y con el antiguo castillo desde el siglo XI, era un baluarte de roca con vistas a los valles del Fluvià y el Toronell con una larga trayectoria de batallas. Con los siglos, ya queda poco del castillo, con algunas paredes de roca que se encuentran en el centro de Can Castell, o en el nombre del mismo pueblo: Castellfollit de la Roca.
El pueblo disfruta de muchos parajes escondidos para sorprender a los visitantes: museos, iglesias, barrios… Desde el mismo Can Castell se puede ir a pie a cualquier punto de interés de Castellfollit.